Tercer Domingo del Tiempo Ordinario
Jesús desde el inicio quiso contar con la colaboración de los demás.
El buscaba a la gente en su propia situación. Y hablaba con “imperativos”:
Convertíos… Venid y seguidme…
Jesús, sigue llamando… Ven sígueme.
Es preciso fiarse totalmente de ÉL: “El Señor es mi luz y mi salvación.”
¿Cuál es tu respuesta?
(Pincha en la imagen para ver la Palabra del Domingo)