Jueves 11 Febrero. "DÃa del Enfermo"
Jueves 11 de Febrero. "Día del Enfermo".
Desde 1992, el 11 de Febrero se dedica a la celebración de la Jornada mundial del enfermo, un momento de intensa oración y meditación por quienes sufren y padecen el dolor que inevitablemente causa la enfermedad.
La fecha, promovida en el mundo por el Vaticano y en nuestro país por la Conferencia Episcopal, es una oportunidad para expresar además, gratitud y aprecio al personal de salud comprometido con la atención de quienes por diferentes circunstancias, sufren de alguna dolencia, dedicando sus mejores esfuerzos a restablecer la salud en estas personas.
La Iglesia, siguiendo el ejemplo del buen samaritano, ha mostrado siempre una solicitud particular por los enfermos. A través de cada uno de sus miembros y de sus instituciones, sigue estando al lado de los que sufren y de los moribundos, tratando de preservar su dignidad en esos momentos tan significativos de la existencia humana.
Muchas de esas personas- profesionales de la asistencia sanitaria, agentes pastorales y voluntarios- e instituciones en todo el mundo sirven incansablemente a los enfermos, en hospitales, en las calles de las ciudades, en proyectos de asistencia a domicilio y en parroquias.
Orando en la enfermedad: Salmo116
Amo al Señor porque escucha mi voz suplicante,porque inclina su oído hacia mí el día en que le invoco.
Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia, invoqué el nombre del Señor: Señor, salva mi vida.
El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo;
El Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas me salvó. Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo: arrancó mi vida de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré la copa de salvación, cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de quienes le aman, Señor, yo soy tu siervo, el hijo de tu esclava, tú has roto mis cadenas.