Evangelio 10 de febrero
Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18):
En aquel tiempo,
dijo Jesús a sus discÃpulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; asà tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»
Palabra del Señor
Comentario
Comenzamos este miércoles el camino cuaresmal. Cuarenta dÃas dedicados a prepararnos para los acontecimientos pascuales: Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. La Palabra, especial para cada dÃa, nos irá acompañando e iluminando nuestro itinerario. La imposición de la ceniza -el primer gesto y signo propiamente cuaresmal- nos invita a la Conversión, que va a presentarse como tarea y compromiso de este tiempo. El Evangelio de este dÃa nos presenta la limosna, la oración y el ayuno como las tres estrellas que han de brillar en nuestro cielo cuaresmal.