Evangelio 9 de marzo
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,24-30):
En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret:
«Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel habÃa muchas viudas en tiempos de ElÃas, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el paÃs; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado ElÃas, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos habÃa en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.» Al oÃr esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Comentario
Jesús ya era un poco famoso en aquella comarca de la provincia de Galilea. Pero se mantiene fijo en Cafarnaún, junto al lago de TiberÃades, en la casa de los suegros de Simón Pedro.Cada sábado se acerca con los primeros a-póstoles a la sinagoga de ese pueblo.Cuando él toma la palabra para co-mentar la lectura que han hecho, toda la gente lo mira con suma atención : es que habla con autoridad y de una manera muy bella. Los de su pueblo,Nazaret, se van enterando de todo.Y nace la pregun-ta:¿cuándo vendrá a hacer eso mismo con nosotros?Y un dÃa llega a Naza-ret.Les predica el evangelio.Les dice que sólo por pertenecer al pueblo ju-dÃo no están salvados.Les habla de dos paganos(la viuda de Sarepta y el le-proso de Siria), que fueron bendecidos por Dios.Ellos se enfadan y quieren despeñarlo.Jesús dijo con tristeza:Ningún profeta es bien recibido en su tie-rra....¿Lo recibimos bien en nuestra tierra( que es la suya)?