Evangelio 31 de julio
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13,54-58):
En aquel tiempo,
Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados y se preguntaban: «¿De dónde ha sacado éste esa sabidurÃa y esos poderes milagrosos? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es MarÃa su madre, y no son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?» Y se negaban a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta no es despreciado más que en su patria y en su casa». Y no hizo muchos milagros allà por la incredulidad de ellos.