Evangelio 28 de junio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,41-51):
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y,
cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres dÃas, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; todos los que le oÃan quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado asÃ? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.» Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabÃais que yo debÃa estar en la casa de mi Padre?» Pero ellos no comprendieron lo que querÃa decir. Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.