Evangelio 23 de julio
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discÃpulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mÃo que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mÃ, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sÃ, si no permanece en la vid, asà tampoco vosotros, si no permanecéis en mÃ. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mà y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mi no podéis hacer nada. Al que no permanece en mà lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mÃ, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; asà seréis discÃpulos mÃos.»