Evangelio 22 de diciembre
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,46-56):
En aquel tiempo, MarÃa dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espÃritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mÃ: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacÃos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo habÃa prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.» MarÃa se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.