Evangelio 21 de febrero
Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,27-32):
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Comentario Los seres humanos tenemos la tendencia a juntarnos siempre con los honrados, los educados, los de buena fama…Pero Jesús hacía todo lo contrario: buscaba a los pobres, los mal vestidos, los pecadores, los transgresores de las leyes de la Biblia. ¿Por qué actuaba así?...El respondió claramente: “porque Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores; no necesitan médico los sanos, sino los enfermos”. ¿Nos convencen a nosotros hoy esas razones que dio Jesús entonces a los fariseos? ¿Sabemos convivir con ese tipo de personas “ negativas “? ¿Admitimos que la luz debe brillar, precisamente, entre las tinieblas?