Evangelio 20 de diciembre
Lectura del santo Evangelio según San Lucas (1,39-45):
En aquellos días,
María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,39-45
En aquellos días, María se puso de camino y fue a prisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.»
Comentario
En las Beatificaciones y Canonizaciones de Roma tienen un papel e, incluso, un puesto muy especial los “milagrados”;se trata de las personas en las cuales se ha realizado el milagro que se exige para la glorificación. Hoy el evangelio de este Domingo nos habla de 2 milagradas : Santa Isa-bel y la Virgen María: las 2 van a tener un hijo “milagroso”. En Lucas 1,31 aparecen como parientas entre sí; están pues, unidas por la sangre, pero más las une el espíritu: son 2 milagradas. Podemos imaginarnos cómo hablarían, cómo se contarían las grandezas del Señor, alabando al Dios, que hace esas maravillas y enaltece a los humildes.