Evangelio 2 de Mayo
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de TiberÃades).
Lo seguÃa mucha gente, porque habÃan visto los signos que hacÃa con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allà con sus discÃpulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judÃos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudÃa mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decÃa para tantearlo, pues bien sabÃa él lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo.» Uno de sus discÃpulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquà hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.» HabÃa mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discÃpulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie.» Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron a los que habÃan comido. La gente entonces, al ver el signo que habÃa hecho, decÃa: «Este sà que es el Profeta que tenÃa que venir al mundo.» Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él s