Evangelio 1 de agosto
Lectura del santo evangelio según san Mateo (14,1-12):
En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús,
y dijo a sus cortesanos: «Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Es que Herodes habÃa apresado a Juan y lo habÃa encadenado en la cárcel por causa de HerodÃas, mujer de su hermano Filipo, porque Juan le decÃa que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque querÃa quitarle la vida, tenÃa miedo a la gente, porque creÃan que Juan era un profeta. El dÃa del cumpleaños de Herodes, la hija de HerodÃas bailó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: «Dame, ahora mismo, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó degollar a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre. Después vinieron los discÃpulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús.