Evangeli 15 de marzo
Lectura del santo evangelio según san Juan (3,14-21):
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, asà tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creÃdo en el nombre del Hijo único de Dios. El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.»
Comentario
Es de noche en Jerusalén.Dos hombres hablan animadamente durante varias horas, sin interrupción: son Jesús y Nicodemo.Nicodemo está lleno de preguntas en su corazón y Jesús le va respondiendo una a una...De pron-to Jesús le dice seriamente: Nicodemo : tanto amó Dios al mundo que le entregó a su propio Hijo para que no perezca ninguno de los que creen en él , sino que tengan la ida eterna; porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de El. Casi al amanecer, Nicodemo regresa a su casa lleno de fe en Jesucristo....